lunes, 31 de mayo de 2010

Delicias italianas by Jelen

Así, sin proponérmelo, el sábado preparé un menú de lo más italiano: como plato principal Rissotto con setas, y de postre Copa de Tiramisú. Ya después me di cuenta que eran dos maravillas de la cocina italiana, por lo que merecen este homenaje particular.

Sobre el risotto puede decir que creo que ya es el cuarto que hago. El primero fue aquel Risotto Primavera que explicaba hace más de un año en Recetas para un finde en casa, después hice otro con guisantes, y el tercero y último también fue con setas, todos del libro "Platos de arroz".

Pero este Risotto con setas lo he copiado del CF nº 146, y la diferencia con los anteriores es que se utiliza vino tinto en lugar de blanco. Yo creo que el resultado de sabor no es ni mejor ni peor, pero la presencia sí empeora con el vino tinto, que aporta un color pardo que nunca me ha gustado (excepto para guisos de ternera). Los taquitos de jamón que añadí por propia iniciativa tampoco me gustaron, yo creo que desentonan en un plato de consistencia tan suave y melosa.

Y después el postre: Copa de Tiramisú, según receta de la misma revista. Una fórmula muy sencilla, aunque necesita del auténtico queso mascarpone (es decir, que hay que ir a Carrefour), pero yo apostaría por utilizar en su lugar el convencional queso blanco para untar.

De hecho he encontrado en el CF nº 150 otra receta de tiramisú que lo hace así. Otras diferencias son que ésta última lleva nata montada en lugar de yemas de huevo, y que el licor lo mezcla con la crema de queso en lugar de emborrachar el bizcocho. En cualquier caso ¡las dos recetas me parecen estupendas!

Como me han sobrado bizcochos y queso es posible que en los próximos días pruebe con la segunda versión (a pesar de que "Ya me he pasao").

sábado, 29 de mayo de 2010

Ya me he pasao...

Esta semana se me ha ido un poco la mano con los dulces. Con eso que dicen de que la repostería casera es mucho más saludable que la industrial, me he debido pensar que es lo mismo que comer verdura!

Supongo que la diferencia está en que las calorías proceden no tanto de grasas saturadas como de ácidos grasos insaturados, que son mucho más asimilables y útiles para el organismo. Yo además siempre intento sustituir los productos refinados por su versión integral (más fibra), los lácteos enteros por los desnatados, y el azúcar por edulcorante bajo en calorías, por no hablar de los conservantes y colorantes que le ahorro a mi cuerpecito.

Pero ni todo ello justifica que esta semana haya hecho unos Flanes de plátano, un Bizcocho de manzana y pasas, y unas copas de Tiramisú...

Las alarmas saltaron cuando vi que los flanes (en el CF nº 147) tenían 575 calorías por ración ¿pero que me estás contando? ¡no me lo podía creer! He intentado consolarme restando las kcal. del chocolate fondant que no utilicé, y recalculando las cantidades ya que mis flaneras son 3/4 de la ración que dice la revista. Total, unas 300 calorías por flan, pero me sigue pareciendo mucho.

El bizcocho lo he hecho con mucha ilusión a imagen y semejanza de los Bizcochitos Fruta&Fibra de All-Bran, siguiendo el procedimiento de aquellos Bollitos de manzana al PX de Secocina, pero sustituyendo el vino por pasas sultanas en almíbar. Los de Kellogg's tienen 146 kcal. los 40 gr. así que imagino que mis raciones puedan tener unas 300.

Y ya para terminar, el Tiramisú del que hablaré en mi próximo post, que he conseguido reducir a raciones de unas 200 calorías porque he servido la mitad de cantidad que dice la revista y sustituido el azúcar por aspartamo.

Así que nada, comienzo desde hoy mismo a hacer penitencia y dejo de cocinar dulces, pero no de comerlos! porque no voy a tirar el flan, el bizcocho y los tiramisús que me quedan ¿no? ;)

jueves, 27 de mayo de 2010

Redescubriendo "La Cocinera"

He hecho este intento muchas veces pero nunca había conseguido avanzar como lo estoy haciendo ahora. En menos de 2 semanas ya he probado 5 recetas con "la máquina", ¡y 4 de ellas saladas!

Es porque me he concienciado de que puede ahorrarme tiempo, ahora que lo voy a necesitar más que nunca, pero sobre todo me permite centrar mi atención en otras cosas. Creo que es lo mejor que tiene este sistema, que le das a un botón y puedes olvidarte de tiempos y temperaturas, sin embargo del fuego o del horno hay que estar pendiente, no lo puedes descuidar.

Así que me he preparado, a partir del índice de recetas del libro, una selección de las más sencillas y tradicionales en sus ingredientes y elaboración, y también las he clasificado por el tipo de alimento, como una pequeña base de datos. Y ya he hecho éstas:

+ Bacalao con tomate: salió buenísimo con una lata de tomate troceado (que no triturado) y un bote de pimientos asados en conserva.

+ Pastel de queso con galletas: un gran descubrimiento, sólo hace falta queso fresco (triturarlo bien, batirlo incluso), leche condensada, galletas y huevo. Sale un pastel jugoso que da gusto. Está delicioso acompañado de plátano y canela (como en la foto) o con unas fresas, o mermelada, seguro que con nata montada también. Lo incluyo en mi lista de clásicos imprescindibles.

+ Lomos de merluza con guisantes: quien dice guisantes dice menestra congelada (verduras delicatess de eismann) + unos espárragos trigueros. Mi madre vino a comer y le gustó mucho.

+ Ragout de sepia con pimiento choricero: estaba deseando probar este condimento y el sabor no me defraudó, aunque la verdad, es fuertecito, por eso creo que la cantidad que sugiere la receta es quizá demasiada. Lo hice con patata tomando como referencia otras recetas parecidas y eso ayudó a suavizar un poco el plato.

+ Jamoncitos a la pimienta: nata líquida + granos de pimenta prometían una salsita sabrosa y cremosa, pero luego resulta que se empasta con el picadilo de cebolla y zanahoria y no queda fluido, aunque está muy rico.

Y bueno, tengo otras muchas recetas seleccionadas con carne de cerdo y vacuno, púdines y quiches saladas, verduras y legumbres, etc. Por fin parece que le voy a sacar partido a la máquina y a mi tiempo... Pero ojo! sigo pensando que en la mayoría de casos y situaciones es mucho más gratificante cocinar por los métodos tradicionales, y disfrutar tanto del proceso como de los resultados :)

Hasta otra!

lunes, 24 de mayo de 2010

Así comía, así así

Qué bien como! Modestia aparte, pero creo que podría ganar un premio a la buena alimentación. Me refiero a una alimentación adecuada a mis objetivos, que ahora son cuidar mi salud y al mismo tiempo la de mi bebita, para que ella nazca fuerte y yo también lo esté para criarla.

A ver... según mi criterio, esto no implica seguir una dieta estricta y prohibitiva, porque creo que para estar sana no sólo hay que comer saludable, sino también disfrutar de la comida y sentirse satisfecha. Por eso me esfuerzo a diario por preparar recetas originales y atractivas, además de permitirme algún caprichito :)

Estas son algunas de las cosas que he comido en las últimas semanas:

+ Pasta con salmón: este pescado tiene una versatilidad increíble, y lo demuestran las muchísimas recetas diferentes que me encuentro.

Esta combinación la sugiere mi libro de PASTA, pero yo para la salsa utilicé queso de untar fundido con un poco de leche en lugar de nata. Como no podía ser de otro modo, se condimenta con eneldo, aunque yo uso muy poquita cantidad que si no me empalaga.

+ Tomates rellenos de huevo y queso tierno: deliciosos y tan sencillos como su nombre indica. Si además lo acompañas de una lata de espárragos "extra" y de postre un flan 0% M.G. ¿qué más se puede pedir a un menú?

+ Berenjenas rellenas de carne: Simone recoge todas las formas básicas de rellenar unas berenjenas, pero también son interesantes las pautas del CF nº 148 (pag. 24) y la receta del CF nº 139.

La farsa era muy clásica: carne picada, berenjena y tomate troceado, pero "el punto" se lo di con una pizca de comino molido. La bechamel enriquecida con leche en polvo, por aquello del calcio, y el acompañamiento ensalada de lechuga.

+ Rollitos con bechamel: ¡son crepes! nadie lo diría pero me he decidido a hacer una receta de este tipo, que normalmente me dan mucha pereza, pero como el relleno era tan fácil: loncha de queso, loncha de jamón y bechamel con champiñon especiada con romero.

Esta foto es de la revista CF nº 144, pero por el plato azul podría ser mía :) La confusión fue pensar que cada porción de la foto era un crepe así que hice 2 por persona, pero no, es 1 crepe cortado por la mitad, y con 1 y medio por persona es suficiente.

Ah! la forma de hacer los crepes viene muy bien explicada en la pag. 44 del CF nº 147.

Como véis, en todas estas recetas hay queso o algún otro lácteo entre sus ingredientes, hay carne, hay pescado, hay huevos, hay cereales y derivados, hortalizas y verduras frescas y cocinadas... Hay de todo y muy rico y muy sano. Así estoy comiendo :)

jueves, 13 de mayo de 2010

Oda al Bizcocho de Zanaharia

Han sido muchas las ocasiones en que he mencionado en el blog a éste mi amado bizcocho, aunque no sé si tantas como lo he preparado. Sin embargo aún no le había dedicado un espacio en exclusiva como Dios manda. Ese momento ha llegado.

Ésta es sin duda una de mis recetas insignia. Es original pero sencilla, fácil de hacer, socorrida, saludable y deliciosa. Desde que la hice por primera vez ya no he parado de repetirla con frecuencia, de forma que en mi casa ya resulta familiar. Vamos, ¡que la adoro!

La fórmula original la copié del Cocina Diez nº 130 (suplemento de Casa Diez) que es la que sigo habitualmente, pero lo que por fin me ha movido a escribir este post es que poco a poco voy encontrando más recetas distintas de esta misma elaboración.

La semana pasada he probado con una de ellas, la del CF nº 150, pero tengo que decir que no me ha gustado ni mucho menos como "la mía". Ésta última sustituye la mitad del huevo por leche y el bizcocho me parece que queda mucho más seco. También hay que decir que utilicé por primera vez un molde redondo, y quedó muy finito tipo torta, lo que igual no ayudó a que fuera más jugoso.

Bueno, todavía puedo experimentar con otras versiones, como la del CD nº 146, aunque desconfío porque también tiene sólo 2 huevos, pero aporta una idea interesante: servirlo con queso crema para untar y ralladura de naranja.

Y el libro de La Cocinera también incluye una receta. Tengo que probarla cuanto antes porque si resulta bien me ahorraría algo de trabajo. Aunque el trabajo más costoso no tiene fácil remedio: rallar la zanahoria ¡qué coñazo!

El caso es que la próxima semana voy a descansar un poco de este bizcocho y voy a preparar el clasiquísimo Bizcocho de yogurt al limón, aquel en el que se toman las medidas con la tarrina 3-2-1... ¿hay algo más entrañable?

sábado, 8 de mayo de 2010

Recetitas del día a día

¡Qué gusto da comer en casa! tengo tantas oportunidades de probar recetas nuevas... y por fin liberarme del hándicap que supone el traslado, conservación y recalentamiento de la comida en el trabajo. Hay ciertos platos que al día siguiente de hacerlos no son ni la sombra de lo que eran recién hechos (al contrario de lo que decía hace unos días sobre los que mejoran con el reposo), y eso al margen de la satisfacción que da comerlos inmediatamente, sin tener que esperar con la miel en los labios.

+ Pastel de melva (consumer): pues sí, otra vez encontré en la pescadería un pescado vistoso y barato con el que experimentar. Esta vez se trataba de melva y tuve el acierto de pedir los lomos por si acaso no podía cocinarla entera. Enseguida vi que aquello no iba a ser fácil porque por dentro tiene un aspecto de lo más desagradable, sangrante y de olor intenso, tanto que se me revolvió el estómago al cocerla y limpiarla.

Pero al fin me hice con ella y preparé un pastel clásico con las indicaciones de consumer para otros pescados grasos (p. ej. caballa, palometa, jurel, salmón, atún, etc.): 1 kilo de pescado desespinado y cocido, 2 dl de salsa de tomate, 4 huevos, 1 dl de nata líquida y 40 minutos al baño maría.

Al día siguiente se disiparon todas mis dudas: servido con mayonesa, patata cocida y ensalada de tomate estaba buenísimo, y otro día lo probé con pimientos asados y unas aceitunas verdes y también me encantó.

Ya sé que la presentación no es muy artística, pero cuando tengo hambre no puedo pensar...

+ Tortitas de patata (CD nº 146): esta receta ya la hice el verano pasado un día de vacaciones que vino mi madre a comer. En el original están guarnecidas con verduras de temporada (de la huerta) y atún, pero el otro día les puse champi de lata, cebolla rehogada y gambas. Me parece una forma original de comer variado y saludable, pero el resultado tampoco es demasiado sabroso la verdad. Seguiré intentándolo :)

Así es como salieron del horno con mi nuevo salvabandejas de silicona de la marca Lékué. Gracias a una promoción de electrodomésticos me regalaron una selección de productos muy prácticos: un molde rectangular, otro redondo, unos para magdalenas individuales y también un pincel. Tienen muy buena pinta, y es que "se conoce" que es una marca muy buena. He visitado su web y desde luego tienen productos muy innovadores y funcionales.

Pues nada, aquí me quedo pensando qué hacer para la próxima semana, mmmmmmm

jueves, 6 de mayo de 2010

Calcio, calcio y calcio

El tema me trae de cabeza desde que supe que estaba embarazada, y más aún cuando poco después desarrollé un repentino rechazo a la leche que me obliga constantemente a buscar otras alternativas para cubrir mis necesidades de calcio. ¡La imaginación al poder! y el queso y el yogurt hacen el resto.

Es cierto que en esto la yogurtera me ha ayudado muchísimo porque así no me da ninguna pereza comer yogures, ¡están tan ricos! Los hago con leche enriquecida en Ca y además les añado un extra de leche en polvo, que también intento disimular en mis guisos siempre que puedo y me acuerdo...

Luego está el queso fresco, que lo he descubierto de cabra y me encanta con membrillo, el tradicional queso de untar, las cuñas de queso tierno light de El Ventero o Entrepinares, y los eternos quesitos. Las posibilidades son inmensas, y mis esfuerzos por introducirlos en la cocina (no sólo entrehoras) también.

Allá van unos cuantos ejemplos de esta última semana. Say cheese!

+ Quesada (La Cocinera): este pastel lo hice por tres motivos: porque quería gastar algo de queso fresco que se iba a estropear, porque hacía mucho que no usaba el robot, y porque sobre todo ahora que como en casa me apetece comer postre, y también variar los desayunos... Y me gustó mucho, estaba realmente rica y los ingredientes y elaboración muy sencillos. Merece la pena repetir.

+ Pollo con salsa de queso (CM nº 173): una receta de lo más tonto pero que ha sido todo un hallazgo. Bates unos quesitos con sofrito de cebolla y ya tienes una salsa de queso para bañar unos filetes de pollo a la plancha. Si además añades al conjunto unos champiñones salteados, el plato es espectacular! Sencillo, ligero y riquísimo.

+ Tarta de queso, one more time: he hablado de ella hace muy poquito pero contraataco. Como con la quesada, otra vez quería deshacerme de una tarrina de queso de untar de Mercadona (marca Viking, que no me gusta) y tener un dulce en la nevera. Volví a recurrir a las recetas de siempre (CF nº 142 y 144, etc) pero esta vez llegué a otras conclusiones.

Hay dos formas de cuajar esta tarta: 1) en caliente, con huevo entre los ingredientes y al horno, 2) en frío, sustituyendo el huevo por gelatina y metiendo en la nevera. Las últimas veces la he hecho en frío, así que próximamente tengo que hacerla al horno para comparar, y en esto que me he acordado de la receta que me dio Sonia... ¡ya tengo escusa para repetir!

Hasta la próxima.

Nota 10-10-2010: indico enlace de Consumer sobre "Variedades de tartas de queso", un resumen excelente sobre las distintas formas y claves para elaborarlas, en frío o caliente, dulces o saladas.

lunes, 3 de mayo de 2010

Menú 1er Día de la Madre

En realidad se trató de un menú para MI madre, que junto con mi hermano y el López vino a celebrar este día a mi casa. Pero será el próximo año cuando yo espero disfrutar por primera vez y de verdad de ese homenaje tan bonito. Mientras tanto y siempre: ¡Felicidades Mamá!

La comida no pretendía ser sofisticada sino algo casero y familiar: Albóndigas. Y el acompañamiento también, unas patatitas fritas cortadas en dados y un montoncito de arroz blanco.

Poco más puedo decir, salvo que puse especial cuidado en la salsa porque hacía tiempo que le había perdido "el punto". Así que leí de aquí y de allá, y utilicé la proporción de 1/2 l. de agua, 1 copa de vino/brandy, 1 cebolla y 1/2 vaso de tomate triturado (para 1/2 kg de carne). Coció 15 minutos y la pasé por el chino.

Todavía cometí un error, y es que no es suficiente cocer las albóndigas en ella para que espese inmediatamente. Sin embargo por la noche sí estaba espesita como yo la quería. Así que para otras ocasiones tengo dos opciones: espesarla en su elaboración con un poco de harina tostada, o bien preparar la receta con antelación.

Siempre que pueda me decantaré por éste último procedimiento, al que mi libro de cocina se refiere así: Cuando dejamos reposar el alimento en su salsa una vez cocido, éste mejora porque se asienta, distiende y absorve sustancias y aromas de la salsa. De ahí el dicho popular de que ciertos guisos es mejor comerlos de un día para otro.

En el postre sí quería innovar pero también con algo sencillito, y aproveché que es temporada de fresón para hacer una de las múltiples recetas que en estos meses proponen las revistas de cocina: Copa de yogurt y fresones (CM nº 173). Mi toque personal fue añadir al puré de fruta unos frutos rojos de los que suelo tener en el congelador, y la curiosidad es que por fin utilicé las fresas que había congelado yo misma. El yogurt casero, por supuesto.

Y hasta aquí mi menú dominguero.

Nota: ¡no pensarse que el plato de albóndigas de la foto fue lo que serví en la comida! son las dos pelotillas que sobraron y que mi Anónimo se comió en la cena (le encantan)